Quedan 18 días para la Celebración de la Boda con mi Bicicleta, por estos días estoy en los nortes de chile. Me baño en la piscina, disfruto de desayunos largos con frutas picadas ,té verde con crisantemo y queque de quinoa. Duermo harto. Veo Lost en las tardes-noches, voy en el cuarto capítulo de la primera temporada, nunca le habia puesto atención a este melodrama mutante.
Pienso en mi bicicleta. Nada de princesas, ni sapos. A mí me gustan las bicicletas. No sé mucho de mecánica ¡Tendré que adquirir conocimientos mecánicos bicicleteros para tratarla bien!
Iré al Taller de Girardi, donde tienen paciencia para explicarme los asuntos mecánicos... es que hay asuntos que son más complejos para algunas personas... yo por ejemplo soy lenta lenta para las tecnologías mecánicas.
Ayer, me acordé del momento en que dejé de usar ruedas a los costados de mi bicicleta. Recordé uno de los primeros gestos de mi autonomía infantil. Fue en el año 88, en el pasaje de la Sra. Lala en La Serena, en una villa con casas de ladrillos. Era un pasaje cerrado, y la bici sin ruedas era prestada. Tengo el recuerdo vivo de la alegría inmensa de ser libre de las ruedas traseras.
Yo no tengo intenciones de entrar de blanco a una iglesia, ni de decir que acepto para toda la vida, más bien mis fantasías tienen que ver con recorrer libremente en compañia sincera y liberada... Mi bici es mi compañera de viaje hace ya hartos años. Nos merecemos una ceremonia mística y creativa.
Salud!
Pienso en mi bicicleta. Nada de princesas, ni sapos. A mí me gustan las bicicletas. No sé mucho de mecánica ¡Tendré que adquirir conocimientos mecánicos bicicleteros para tratarla bien!
Iré al Taller de Girardi, donde tienen paciencia para explicarme los asuntos mecánicos... es que hay asuntos que son más complejos para algunas personas... yo por ejemplo soy lenta lenta para las tecnologías mecánicas.
Ayer, me acordé del momento en que dejé de usar ruedas a los costados de mi bicicleta. Recordé uno de los primeros gestos de mi autonomía infantil. Fue en el año 88, en el pasaje de la Sra. Lala en La Serena, en una villa con casas de ladrillos. Era un pasaje cerrado, y la bici sin ruedas era prestada. Tengo el recuerdo vivo de la alegría inmensa de ser libre de las ruedas traseras.
Yo no tengo intenciones de entrar de blanco a una iglesia, ni de decir que acepto para toda la vida, más bien mis fantasías tienen que ver con recorrer libremente en compañia sincera y liberada... Mi bici es mi compañera de viaje hace ya hartos años. Nos merecemos una ceremonia mística y creativa.
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