_____
“Creo que es interesante volver a pensar los temas de arquitectura, de urbanismo, de construcción de la vida social, de los diseños colectivos”.
Félix Guattari
Escritura cero que lleva implícita la construcción de un lugar, que en este caso puntual tiene como pie forzado a la disciplina estética. La convicción de esta hablante es instalar una mirada preliminar que logre dialogar con la esfera socio-político de un fenómeno cultural específico: La ciudad de Santiago como gran escenario expectante a convertirse en objeto de discusión estética.
¿Cuál es el sitio específico de la ciudad que me obliga a detener la ambición de mi fugaz mirada?
Desde los recorridos cotidianos se piensan los trayectos de una ciudad que se desenvuelve confusa. Representación desfasada de una modernidad importada, que se traduce en una particular estrategia de construcción de una Identidad metropolitana contemporánea. Testigo soy del engaño, que se materializa en la proliferación de discursos de una multitud de Inmobiliarias que invaden el ‘Gran Centro de Santiago’. La ‘Urbe Moderna’ se presenta violentamente en el cotidiano de las exhibiciones-vidrieras del comercio inmobiliario, se opta por la elección de una empresa en particular: Paz Fraimovich que es la que mejor concreta su estrategia de instalación en la ciudad, en particular en la seducción que ejerce visualmente en quienes habitan la ciudad, esto se comprueba desde la simple observación del total éxito de su asentamiento como nuevo paisaje cotidiano, mediante un ‘Importado’ discurso modernista instalado en el renovado ‘centro’ de la ciudad.
PREAMBULO: PAZ para todos. Creatividad Urbana.
Entre los años 1940 y 1992 el número de habitantes de la comuna de Santiago habían disminuido casi a la mitad, es por esta razón que en el año 1992 se inicio un Plan de Renovación promovido por la Municipalidad de Santiago y la CORDESAN.
El objetivo central de este Plan era repoblar el ‘centro’ de la región metropolitana, este plan contemplaba 4 puntos:
1. Recuperación de los cites
2. Recuperación de aspectos públicos
3. Recuperación de edificios en obsolescencia
4. Aumento de la oferta habitacional
Hoy somos testigos de la fuerza que ha tomado este plan, detonando una explosión de proyectos inmobiliarios.
Las empresas que colonizan el manipulado Ideal de Centro de Santiago son múltiples, sin embargo Paz Fraimovich es la empresa Líder en el mercado inmobiliario.
Paz Fraimovich ingresa al mercado como pieza fundamental del Plan Regulador de Santiago Centro.
‘Somos Líderes Construyendo tu Sueño’.
Entrega inmediata ¡No esperes más! ¡Ven a vivir ahora!
Esta constructora e inmobiliaria se auto describe como una empresa líder en el mercado inmobiliario de Santiago Centro. Los últimos 11 años han construido más de 60 proyectos, logrando que más de 11.000 familias cuenten con su propio hogar. Incluyo el nombre de algunos proyectos, que esperan ser habitados a la brevedad: Agua Mundo “Refresca tu vida y tus ideas”, Aire Mundo “Dale nuevos aires a tu lugar”, Alto Vicuña “Sentir que siempre hay tiempo”, Blanc Edificio “Acércate a tu mundo”, Borde Vicuña “Vive el límite”…
Sus proyectos están insertos en el programa de repoblamiento de Santiago y claramente ‘orientados a mejorar la calidad de vida de los grupos humanos y familias que se transforman en sus clientes’[1].
La industria expansiva de Paz, como totalizadora de la construcción del ideal de la ‘nueva vivienda’, se sitúan desde un discurso que destaca el particular modo y las ventajas de vivir cerca de todo, apelando a la construcción de un ‘gran discurso central’ cercano, amable, seguro, nuevo… promoviendo una mejor calidad de vida, a partir de la fusión de ‘Modernidad y seguridad’ de los actuales condominios o proyectos, estos solo visualizables en fotografías a todo color, que embelecen con grandes comodidades a muchos usuarios que desean una casa propia.
Paz Fraimovich: modo que la Gran ciudad entiende como moderno, discurso publicitario desde una cercanía ‘manipulada’ que mantienen sus construcciones con “todo” lo que el cliente necesite.
“Todos los proyectos están en plena zona central y son vecinos a colegios, universidades, supermercados, centros hospitalarios, museos, cines, teatros, parques, restaurantes y galerías comerciales, con todas las ventajas de una ubicación inmejorable y las comodidades que significa”.[2]
La Empresa constructora difunde un mensaje al referirse a la arquitectura que ellos ofrecen al mercado, confirman que los edificios han sido diseñados cuidadosamente creando departamento con distribución interior armónica y funcional. Además los ‘profesionales de la construcción’ logran dar a cada departamento finas terminaciones con los mejores materiales.
La empresa vende como novedad ‘un excelente sistema de seguridad’, que permite disfrutar de lugares acogedores al interior de esta gran maqueta con plena tranquilidad. Transformando a los habitantes de sus condominios en engranajes de una gran máquina de condicionamiento del habitar al estilo Paz.La empresa agrega al interior de su mensaje ‘gran gama de servicios anexos, como gimnasio equipado, las multiuso, jardines interiores con juegos para niños y centrales de lavado y secado’. La idea es que al interior del monolítico esta ‘todo’, no es necesario entrar en contacto con el ecosistema, ya que se ha creado la fábula de un habitar que tiene lugar en el interior del aparato modular, intimidad fabricada que brilla en las vidrieras que lo publicitan.
[1] http://www.pazfroimovich.cl/site/index.php?sec=1
[2] idem
______________
“Es preciso entender que toda arquitectura esta
vinculada a su tiempo, que es un arte objeto,
que solamente puede regirse por el espíritu de su época.
Nunca jamás ha sido de otra manera”
Ludwig Mies van der Rohe (1924)
¿Es la arquitectura modular de la ciudad de Santiago la imagen ‘caracteristica’ de nuestra época?
‘Acercamiento Estético de la Ciudad de Santiago, desde las edificaciones de la empresa Paz Fraimovich’ se plantea situar a las edificaciones Paz como ‘la arquitectura que da una identidad estética al centro de Santiago’[1].
A continuación presento los nudos teóricos que se darán cita en el desarrollo de este texto, la escritura se inicia con la presentación de quien observa la ciudad bajo la idea de la ‘Paseante’, luego se deambula por nociones generales del comportamiento de sujeto latinoamericano, se asumen verdades hegemónicas de occidente, estas importaciones se evidencian en la figura de Paz Fraimovich que ingresa como estandarte de una sociedad funcional, que privilegia la cantidad sobre la calidad al momento de organizar los modos de relacionarnos con el entorno.
[1] Es interesante desplazar esta aseveración a la idea de que Santiago es Chile.
I. La Paseante
“Es la mirada del flaneur, en cuya forma de vida todavía se asoma con un resplandor de reconciliación la futura y desconsolada forma de vida de la gran ciudad”.
Walter Benjamín
Me siento tentada a plantearme como una flaneur latinoamericana, me interesa su forma, su tiempo, su estética solitaria de recorrer los pasajes de París… ¿Tentación ‘sudaca’ de apropiación de un lenguaje moderno? ¿Desconsuelo latino de habitar una ciudad que se desconoce por completo? Estética en la cual proliferan las grúas, urbe de concreto, bloques en hormigón armado, polis que remite a la industria y al progreso. Paseante Latina; personaje principal de una novela íntima, creada para auto satisfacer las necesidades de observadora exiliada. El personaje permite libertades que se cargan bajo el brazo, en la intimidad de la ficción personal para concretarse en un dialogo estético con la Gran Ciudad.
Sin duda mi mirada reserva resquicios de una modernidad importada del otro lado de la Cordillera, atraviesa el Atlántico, retrocede un siglo, para situar un paseante que desde mi cotidianeidad se niega a perder el asombro de un territorio que se levanta fracturado.
2. Presentación
Ciudadanos de la gran ciudad: ¡Sean Bienvenidos a ‘nuestro’ Particular Proyecto de urbe contemporánea!
Despierta de esta manera Santiago. Capital de Chile. Metrópolis Sudamericana en vías de desarrollo. La Paseante boquiabierta, es habitante de una ciudad que no se cierra, no duerme, al contrario se organiza día a día, se inventa insomne; muta, se expande, contrae y dispersa. Ejercicio violento de percepción urbana, ruido ensordecedor de maquinaria pesada, que no da espacio al silencio. Kevin Lynch, en ‘La Imagen de la Ciudad’ plantea que “la ciudad es el producto de muchos que constantemente modifican su estructura por que tienen sus motivos para ello”.
El mismo autor agrega que “si bien las líneas generales pueden, mantenerse estables durante cierto tiempo, los detalles cambian constantemente. Solamente se puede efectuar un control parcial sobre su crecimiento y su forma”.
Me pregunto entonces por las modificaciones de aquellos constructores que dan forma a esta ciudad, me detengo con sospecha en sus posibles motivos, en los modos que barajan al administrar el desarrollo Urbano de una Capital de un país en vías de desarrollo. Sin duda el diagnóstico es paradójico. Para la gran mayoría[1] que la ciudad se expanda vertiginosamente de manera vertical, es parte de un estado del gran Santiago, reafirmando que aún es posible creer y sustentar los discursos cotidianos en el progreso. De esta manera se organiza una estética urbana, que responde a un modelo representado por las empresas inmobiliarias que hasta la fecha se instalan con un insospechado pronóstico, que se puede ver materializado en el éxito de las políticas organizativas imperantes. Sin embargo mi mirada se desplaza más allá de la inmediatez de la proliferación de una construcción que ofrece el falso ideal de vida contemporánea.
El ejercicio de observación crítico de esta Paseante consiste en dar cuenta del absoluto descontrol, tangible en el crecimiento sustentado en más crecimiento.
3. ¿Qué significa ser modernos?
Santiago Centro: representación material de la Capital de una Sudamérica adolorida de tantos golpes en el angustioso ascenso al modelo importado desde los ‘patrones’ del Centro. Europa y Estados Unidos como poseedores de las verdades, como territorios que administran como saber una legitimación estética que Latinoamérica asume como estándar, que construye una Identidad a la manera del Ideal hegemónico de los Centros administradores del poder. García Canclini, en ‘Culturas Híbridas’ menciona que “puesto que fuimos colonizados por las naciones europeas más atrasadas, sometidos a la contrarreforma y otros movimientos antimodernos, sólo con la independencia pudimos iniciar la actualización de nuestros países. Desde entonces, hubo olas de modernización”.
No solo es necesario hacernos la vieja pregunta respecto a los procesos de modernización Latinoamericanos, sino que es necesario indagar en los procesos concretos que nos situarían como ‘modernos’.
Para el mismo autor América latina, es el lugar donde las tradiciones aún no se han ido y la modernidad no acaba de llegar, a su vez manifiesta la incertidumbre respecto a si la modernización no se vuelve inaccesible para la mayoría. Respecto a esto puedo agregar que mientras se discute respecto a lo moderno, lo no moderno, lo que potencialmente podría considerarse moderno, y muchas mas conjeturas metalingüísticas que se desprenden desde la majestuosidad de indagar en la magnificencia de la modernidad.
Sin embargo este escrito se sitúa como posibilidad de construir un discurso coherente que logre dialogar críticamente con la ciudad de Santiago, en particular con los proyectos Inmobiliarios del centro, bajo la figura de Paz. Esta empresa opera desde la novedad, por lo tanto intentaré desarrollar esta noción. Nestor García Canclini se pregunta, ¿Qué significa ser modernos? A rasgos generales su escritura revelaría que a la modernidad la constituirían cuatro movimientos básicos: un proyecto emancipador, un proyecto expansivo, un proyecto renovador y un proyecto democratizador.
Como proyecto emancipador el autor plantea la secularización de los campos culturales, la producción autoexpresiva y autorregulada de las prácticas simbólicas, su desenvolvimiento en mercados autónomos. De este movimiento emancipador formarían parte la racionalización de la vida social y el individualismo creciente, sobre todo en las grandes ciudades.
Un segundo movimiento que constituye la modernidad para García Canclini es el proyecto expansivo como tendencia que busca extender el conocimiento y la posesión de la naturaleza, la producción, la circulación y el consumo de los bienes. El autor agrega que en el capitalismo, la expansión está motivada preferentemente por el incremento del lucro; pero en un sentido más amplio se manifiesta en la promoción de los descubrimientos científicos y el desarrollo industrial.
El tercer proyecto desarrollado por el autor es el renovador que abarcaría dos aspectos, con frecuencia complementarios: por una parte, la persecución de un mejoramiento e innovación incesantes propios de una relación con la naturaleza y la sociedad liberada de toda prescripción sagrada sobre cómo debe ser el mundo; por otra parte, la necesidad de reformular una y otra vez los signos de distinción que el consumo masificado desgasta.
El último proyecto citado por el mismo autor se denomina democratizador, este corresponde al movimiento de la modernidad que confía en la educación, la difusión del arte y los saberes especializados, para lograr una evolución racional y moral.
La presentación de estos cuatro procesos nos otorgan las verdades que nos permiten descifrar nuestra condición de ‘modernos’; la idea no es sólo aseverar ‘Sí, somos modernos’, sino que es preguntarnos que significa y, de manera mas particular como esta ‘modernidad’ se visualiza en la ciudad.
La empresa Paz como elemento organizador de una nueva trama urbana, mediante su discurso ‘corporativo’, capaz de construir desde la apropiación de ideales modernos, que para el caso de este texto se enlazan con los descritos por Canclini.
Observamos la ciudad de Santiago, disponiéndonos al ejercicio de abstraernos de esta, sólo de esa manera podemos ser testigos de la total racionalización de la vida social, concentrando un individualismo progresivo que tiene como horizonte el conocimiento sustentado en lo cuantificable, que permita poseer y así dominar la naturaleza. Tornando todo nuestro cotidiano en un falso modo, ya que se eliminan los contactos íntimos que sostenían a la urbe premoderna.
La presentación de estos cuatro procesos nos otorgan las verdades que nos permiten descifrar nuestra condición de ‘modernos’; la idea no es sólo aseverar ‘Sí, somos modernos’, sino que es preguntarnos que significa y de manera mas particular, la manera en que se visualiza en la ciudad. Para responder lo anterior imagino escenas en la recepción de esta moderna verdad; por un lado visualizo un sujeto contemporáneo golpeando la mesa y riendo fuertemente celebrando una modernidad recepcionada como absoluta, satisfecho de contemplar un Santiago que construye un imaginario modular envasado en hormigón armado; por otro un sujeto desilusionado que es testigo de la caída, que no tolera la visualización de una ciudad que ha sido privada de la libertad, por lo tanto experimenta pesadillas que lo mantienen inmóvil en su escritorio, por el hecho de haber asumido la conciencia respecto a una modernidad que sólo es palpable es circuitos restringidos de saber, su parálisis se acrecienta día a día , ya que se convierte en un cerebro atiborrado de conceptos, que lo hacen día a día más lucido de su incapacidad material ante este problema.
Estos dos modos de pensar lo moderno lo que instalan son posibilidades de lecturas, sin embargo desde la comodidad ya sea de la aceptación o desde el rechazo.
Me increpo ¿Qué busco entonces?
De alguna manera lo que intento es activar el discurso moderno, a través de una modernidad importada. Esa reflexión solo es posible desde una mezcla de los sujetos arriba descritos. Nuestra modernidad, la que experimentamos en el cotidiano del ‘centro’, es una que se instalo a destiempo.
4. Modernidad Importada
“En América latina, durante el siglo XX el debate sobre la modernización que nos convenía se hizo por referencia al modelo de la modernidad ilustrada europea”.
Néstor García Canclini
“Ven a vivir el futuro en Edificio fantasía”.
Paz Fraimovich
Europa continente conquistador, almanaque de elementos modernistas de principios del Siglo XX, me dispongo ante la majestuosidad de estos conceptos con desconfianza, ya que no nos pertenecen. Latinoamérica no pudo cumplir las operaciones de la modernidad europea.
Inicio mi reflexión a partir de ‘Después de la gran división’ de Andreas Huyssen, quien entrega herramientas importantes para entender el fenómeno de la modernidad. Para él la modernidad se ha caracterizado, desde mediados del siglo diecinueve, por una relación volátil entre arte alto y cultura de masas. El mismo autor insiste en que el modernismo se constituyó a partir de una estrategia consciente de exclusión, una angustia de ser contaminado por su otro: una cultura de masas crecientemente consumista y opresiva.
Desde la pureza de la modernidad de Huyssen, nuestro Santiago de Chile, carece de toda pretensión moderna. El siglo diecinueve que el autor describe, la presentación de la distinción entre arte culto y cultura de masas, de la cual huye la elite moderna, porque la masa encerraría el horror del consumo y estandarización, son conceptos que nos quedan realmente grandes, por que no experimentamos esa ‘gran’ historia moderna.
Desde este punto de vista Paz Fraimovich, como todo aquello de lo cual huiría la modernidad hegemónica, que sin duda se transforma en nuestro particular modo de entender a nuestra manera ‘la modernidad’.
¿Por qué te instalas en las vidrieras de Paz a destajo? Como verdad asumida desde la inconciencia de una Identidad Latinoamericana. Esta instalación evidenciada en el discurso de la Empresa Paz, quien nos otorga mensajes que dan fe de una confianza plena respecto a la promesa de una vida mejor bajo el avance indiscriminado. Hoy los sujetos capitalinos aprenden una modernidad callejera, que debido a la ignorancia del término resulta imposible poner en cuestión, asumiéndose de esa manera como ‘verdad’, fe ciega de un discurso que se aleja de una real reflexión local.
La pregunta entonces hasta este momento sería ¿Es posible entablar una modernidad en la actualidad? Esta pregunta se realiza desde la observación de una ‘modernidad callejera’, en donde las mixturas asumidas desde la periferia respecto al centro Norteamericano y Europeo.
Es necesario regresar al pensador mexicano Nestor García Canclini quien dice:
“La modernidad es vista entonces como una máscara. Un simulacro urdido por las elites y los aparatos estatales, sobre todo los que se ocupan del arte y la cultura, pero que por lo mismo los vuelve irrepresentativos e inverosímiles. Las oligarquías liberales de fines del siglo XIX y principios del siglo XX habían hecho como que constituían estados, pero sólo ordenaron algunas áreas de la sociedad para promover un desarrollo subordinado e inconsciente; hicieron como que formaban culturas nacionales, y apenas construyeron culturas de élites dejando fuera a enormes poblaciones indígenas y campesinas que evidenciaban su exclusión en mil revueltas y en la migración que ‘transforma’ las ciudades.” [2]
Modernidad organizada en círculos pequeños, en manos de sujetos que blanquean los asuntos en vez de encararlos responsablemente. Podemos agregar que quizás en Paz se este organizando la nueva revuelta de la ciudad, una que en apariencia confía en la Novedad, que ansia la instalación de una urbe monolítica. Nuestra modernidad se masifica bajo el mensaje de PAZ, que dibuja una metrópolis crédula y confiada, que ciegamente cree en la promesa de lo ‘nuevo’. ¿Es ciegamente? O es que quizás el destiempo latinoamericano nos sume una nueva organización de la ciudad.
Nueva organización que se traduce desde un fracaso como antecedente. La modernidad atravesó el Atlántico, llegó de inmigrante a la inaugurada potencia económica norteamericana, sociedad que recibió con fiesta a la Señora Moderna, durante un tiempo se vistió de gala airosa, sin embargo ‘salio’ exiliada.
Modernidad desfasada, de la misma manera importada y traducida en las calles de Santiago, como imagen heroica de un modelo económico que devora la singularidad de la ciudad, para dar paso a una construcción de ciudad que se fortalece bajo el engaño ciego de la confianza en la novedad.
Es de este fracaso y a la vez exilio es del que somos parte.
5. Más acá de lo moderno
“En muchas ciudades no existe un ‘centro’. Quiero decir: un lugar geográfico preciso, marcado por monumentos, cruces de ciertas calles y ciertas avenidas, teatros, cines, restaurantes, confiterías, peatonales, carteles luminosos destellando en el líquido, también luminoso y metálico, que baña los edificios.”[3]
La ciudad de Santiago se construye materialmente en nuestra presencia, se levanta como ‘centro’ a través de una seria de elementos; como la pavimentación de las calles, ensanchamiento de las veredas para transformarlas en peatonales, un sin número de pequeños detalles que tienen como objetivo final el acercamiento de sujetos que en el pasado emigraron a los limites de la ciudad. Paz espera, expectante a emerger desde el interior de terrenos cercados por publicidad que anticipan al habitante a un resultado final, que se plantea como modelo más acá de lo moderno de identidad citadina. Somos testigos de una maqueta de habitación contemporánea. Tecnología de punta al servicio del usuario capitalino, acompañado de un gran escenario tecnológico que invade todas las esferas de nuestro cotidiano que se torna modelo Estético de una Ciudad Concesionada que incorpora a su haber supercarreteras pagadas, puentes aéreos, túneles, rascacielos, pasos sobre nivel… Todo bajo una atmósfera gris, atenuada por una espesa capa oscura de polvo, que nos recuerda lo vanguardista que puede llegar a convertirse nuestra desfasada localidad.
Nuestro centro esta planteado desde la lógica de la construcción de más y más edificios, que no coexisten entre sí, que no se retroalimentan... La idea de centro se materializa bajo la figura de multiplicidad de bloques bañados por destellos luminosos.
Organizamos un centro, la pregunta es ¿Qué ciudad se visualizo al planear nuestra idea de centro?
¿Cuál es la imagen que se persigue edificar?
“La identidad es como una ratonera en que más y más ratones tienen que compartir el cebo original, y que, en un examen más minucioso, tal vez haya estado vacía durante siglos. La identidad centraliza; insiste en una esencia, un punto. Su estrategia se da en simples términos geométricos. A medida que se expande la esfera de influencia, la zona caracterizada por el centro se vuelve más y más grande”.[4]
Un centro de hormigón que arremete violentamente, se instala tiempo y espacio de un Santiago en constante expansión territorial. El centro ya está, la operación que ejercen las inmobiliarias es la de construir hacia los cielos, bajo una estrategia de simples formas geométricas. Rectángulo sobre rectángulo. Es bajo la imagen mas simple que se organiza y dibuja la ciudad. El edificio responde a la cantidad de usuarios que en el habitaran, en ningún caso éste puede responder a los intereses individuales de cada arrendatario-propietario, esto último es lo que la industria intenta hacer creer, desde esta escritura se intenta hacer sentir al lector, que el intento descrito por la empresa, en una absurda pretensión. La urbe de concreto de la cual somos parte, es la abstracción de un modelo importado. Una ciudad sin historia, que es suficientemente grande para todo el mundo. Es fácil. No necesita mantenimiento. Las palabras en cursiva son detalles de ‘La Ciudad Genérica’de Koolhaas, teórico de la arquitectura norteamericano. Si bien no calzamos con todas las descripciones de esta Ciudad Genérica, más de alguna nos calza perfectamente.
Hago implícita la inquietud de la hablante.
Somos testigos de una ciudad de Santiago que se autodestruye para reconstruirse o, retomemos a Koolhaas si se queda demasiado pequeña, simplemente se expande.
Rem Koolhaas en ‘La imagen de la ciudad’ plantea que hemos construido más que todas las generaciones anteriores juntas, pero en cierto modo no se nos recordará a esa misma escala. Detengo mi mirada, me apropio de las palabras de Koolhaas para imaginar la ciudad con distancia, disponiendo en el tiempo su desarrollo urbano. Visualizando el Santiago centro de hoy, me dispongo desde la sospecha, esta construcción esta aspirando a un modelo destructivo, superficial, que y retomamos las palabras de Koolhaas ‘si se queda vieja, simplemente se autodestruye y se renueva’.
Pienso en la imagen de Santiago de aquí a 10 años, y la imagen simulada de Paz se instala como lógica dominante de idea de ciudad Contemporánea.
6. Contradicción del Espíritu Moderno
“Una de las frecuentes acusaciones contra la arquitectura moderna es que la arquitectura de hoy ‘no será jamás un arte’. La arquitectura –arte sería la griega, la romana, la gótica, la renacentistas, etc., pero no la actual, que no mantiene ninguna referencia estilística con las obras maestras del pasado”. [5]
Paz Fraimovich corresponde a una lógica de construcción, que le da una identidad particular a la ciudad de Santiago. Pero ¿Con que antecedente estilístico la empresa Paz debiese mantener referentes? ¿Es necesaria esta pregunta cuando ese estilo ha dejado de existir en la ciudad?
Es necesaria la inclusión de uno de los exponentes más grandes de la arquitectura moderna, a partir de la lectura de la importación moderna.
“La invasión devoradora de Le Corbusier es inventar y construir una ‘nueva ciudad’ acorde a los exigencias y el esplendor potencial de la civilización maquinista.
Su trágica mala suerte es que tal ciudad ya existe cuando él desarrolla su ambición: es, concretamente, Manhattan.
La tarea de Le Corbusier está clara: antes de que pueda parir la ciudad de la que esta embarazado, tiene que demostrar que todavía no existe. Para establecer la primogenitura de su retoño, tiene que destruir la credibilidad de Nueva York, acabar con el glamoroso destello de su modernidad”.[6]
La invasión devoradora de la arquitectura moderna, bajo la figura de Le Corbusier, se instala a destiempo en Santiago centro, acorde al esplendor económico de un Chile como el país con más proyecciones del continente Americano.
Me disculpo: Continente Latino-Americano.
¿Qué diría Le Corbusier al enfrentarse a una ciudad como Santiago?
Me atrevo a apresurar que puede pensar que no leemos bien o que estamos demasiado apurados en levantar un proyecto, y que en esa inmediatez olvidamos detenernos a observar como la teoría puede ser visualizada en nuestro cotidiano. Sin necesidad de abaratar los costos de los proyectos originales.
El ideal ‘moderno’ que se aplica en la ciudad de Santiago, es un mal entendido del pensamiento de Le Corbusier.
“La arquitectura y el urbanismo son un mismo problema y no cuestiones separadas. Mis ciudades son ciudades verdades. Mis casas ofrecen: sol, espacio, verde. Para obtener tal riqueza, tenéis que reunir grupos de dos mil personas, construir una casa grande con una sola entrada para dos mil personas. De esta forma cada uno podrá encontrarse velozmente en su alojamiento, donde encontrará un silencio y un aislamiento totales”.
Las edificaciones de Paz, constituyen una nueva ciudad, un problema urbano y arquitectónico, organizando una ciudad de mentira. Sólo concuerda en la forma de construir la entrada a los edificios. Reuniendo grupos de personas que ingresan a un gran rectángulo erguido a la horizontal encontrando velozmente alojamiento, junto con terraza, piscina, barbacoa… en la azotea de la Gran Ciudad.
Beatriz Sarlo en ‘La máquina cultural’ cuenta que en 1929 Le Corbusier viajo a Buenos Aires, Victoria Ocampo comenta que durante la estadía de él, hablaban diariamente de una posible transformación de la capital de Argentina.
Los proyectos quedaron en nada, en gran medida por que las autoridades se quedaban escandalizadas ante la audacia de la arquitectura moderna. No creían en la promesa de Le Corbusier, respecto a que: ‘la Técnica moderna permite realizar el Buenos Aires de los tiempos modernos’.
Sin embargo el proyecto moderno de Le Corbusier es importado y luego traducido, a partir de la construcción de proyectos particulares de Victoria Ocampo.
“Lo que en el modernismo es una obra singular, en las casas de Victoria Ocampo son un esquema (la abstracción de la casa moderna) y una imitación (la contradicción del espíritu moderno)”.[7]
¿Para que incluir el viaje de Le Corbusier a Buenos Aires?
En gran medida justifico lo que para algún lector se puede tornar mero capricho. Me interesa la idea del viaje modernista de la tercera década del siglo pasado, y más aun lo que se desprende desde la exportación del modernismo porteño. Una imitación; como contradicción del espíritu moderno.
Me aventuro a escribir eso del centro de Santiago: Somos la contradicción de las verdades de Occidente. No sólo por la importación, sino por que el modelo original no es valido, ya que nuestra actualidad carece de original.
7. Algo así como una conclusión
Discurso estético.
Poética Paseante.
Escritura enrollada, multitud de hebras, fragmentos recopilados de voces teóricas de señoras y señores que militan en el universo intelectual, que se cita entre cátedras, bibliotecas, conversaciones…lugares que incitan la reflexión y el pensamiento, que desde esta particular escritura esperamos: no se limite solo al ejercicio de traspasar conocimientos a páginas digitales, que se consolidan en un texto anillado y entregado para una corrección final.
¿Qué organiza entonces esta escritura?
Sin duda la pretensión de la incipiente conciencia. La que sólo es posible organizar: la intima.
Esta mirada que no pretende transformarse en estandarte intenta poner en manifiesto una imagen de la ciudad de Santiago, retícula modular de hormigón armado.
Se observa en suspenso la victoria de un modelo de metrópolis que cumple con satisfacer las necesidades de los usuarios que confían en aquel proyecto.
Este discurso estético se escribió el segundo semestre del año 2008 paralelamente a más de 50 proyectos inmobiliarios que emergerán a la velocidad de la modernidad chilena.
No se puede desconocer que empresas inmobiliarias como Paz, cumplen el sueño de la casa propia de muchos ‘usuarios’, sin embargo ese no es el punto central de ésta investigación.
Más bien lo que se intento desarrollar es que este ‘estilo’ de construcciones se transformó en la imagen estética de Santiago en la actualidad.
“La Repetición se opone a la memoria, al ejercicio de la reminiscencia, para proyectar hacia el futuro, impulsada por las fuerzas del inconsciente”.
G. Deleuze
“La repetición como novedad como mecanismo de libertad, de muerte y vida; la repetición como nueva moral más allá del hábito y de la memoria”.
Sola-Morales
Paz Fraimovich resulta un elemento en el engranaje de la sociedad que habitamos, que invita a los usuarios a ser parte del proyecto de ciudad que se proyecta hacia el futuro, que la misma empresa dispone desde la articulación de un sistema constructivo que repite su molde por el centro de la ciudad. Este mecanismo que a esta altura se puede denominar el ‘estilo’ del centro de Santiago, nos da cuenta de una nueva sociedad, que instalo un sistema que violenta por su ausencia de referente, que hace evidente ‘un consecuente debilitamiento de la historicidad, tanto en nuestra relación con la historia publica, como en las nuevas formas de temporalidad privada’.
La última cita es de Fredric Jameson, confieso que muchas de las descripciones en Ensayos sobre el posmodernismo, se traducían en síntomas latentes en el proyecto de Santiago, en vías de convertirse en una ciudad contemporánea. Paz Fraimovich como imagen superficial, estructura que borra las particularidades de aquellos que exigimos en la ciudad algo más que la colonización del hormigón. Sin embargo ya está, se ha instalado con éxito el modelo estructural de urbe contemporánea.
“Qué ceguera, qué sordera, qué densidad de ideología debería cargar para evitar el interés por lo que probablemente sea el tema más crucial de nuestra existencia, esto es, la sociedad en la que vivimos, las relaciones económicas dentro de las que funciona y el sistema de poder que define las maneras, lo permitido y lo prohibido de nuestra conducta. Después de todo, la esencia de nuestra vida consiste en el funcionamiento político de la sociedad en la que nos encontramos”. [8]
Esta última reflexión no cierra el problema, sino que abre nuevamente la inconmesurable ansiedad de la hablante.
En el proceso de construcción de este Seminario para acceder al grado de Licenciada en Estética, mucha gente me insistió en el sentido concreto que tenía realizar una ‘Critica Estética de la Ciudad de Santiago, desde las edificaciones de la empresa Paz Fraimovich’.
Estas hablan de la sociedad en que vivimos, y considero necesario detenernos a reflexionar en torno a un fenómeno que se desarrolla en nuestra actualidad. Las edificaciones Paz responden a una lógica de mercado, en donde el capital económico organiza todas las decisiones. Estas construcciones son el reflejo de lo que muchos chilenos somos, queremos, desconocemos, odiamos o anhelamos ser.
Instalación de una sensibilidad de hormigón. Fría, dura, estática, competitiva y calculante.
___Bibliografía
_BAUDRILLARD, Jean. El otro por sí mismo. Editorial Anagrama. Barcelona. 1988.
_CANCLINI, Nestor. Las culturas Híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad. Editorial Sudamericana. Buenos Aires. 1992.
_CANCLINI, Nestor. La globalización imaginada. Editorial Paidós. Buenos Aires. 2001.
_DORFLES, Gillo. La Arquitectura Moderna. Editorial Ariel. Barcelona. 1980.
_FOSTER, Hal. Diseño y Delito. Ediciones Akal. Madrid. 2002.
_GUATTARI, Félix. El devenir de la subjetividad. Conferencias, Entrevistas, Diálogos (Chile, 1991). Dolmen Ediciones. Santiago. 1998.
_HUYSSEN, Andreas. Después de la gran división. Modernismo, cultura de masas, posmodernismo. Adriana Hidalgo editora. Buenos Aires. 2002.
_JAMESON, Fredric. Ensayos sobre el posmodernismo. Ediciones Imago Mundi. Buenos Aires. 1991.
_KOOLHAAS, Rem. ‘delirio de nueva york’. Editorial Gustavo Gili, SL. Barcelona. 2004.
_KOOLHAAS, Rem. La Ciudad genérica. Editorial Gustavo Gili, SL. Barcelona. 2006.
_KOOLHAAS, Rem. Espacio Basura. Editorial Gustavo Gili, SL. Barcelona. 2007.
_LYNCH, Kevin. La imagen de la ciudad. Editorial Gustavo Gili, SL. Barcelona. 1998.
_SARLO Beatriz. Escenas de la vida posmoderna. Intelectuales, arte y videocultura en la Argentina. Editorial Seix Barral. Buenos Aires. 2006.
_SARLO, Beatriz. ‘La máquina cultural’ Maestras, traductores y vanguardistas. Fondo Editorial Casa de las Américas. La Habana. 2001.
_Noam Chomsky/Michel Foucault. La naturaleza humana: justicia versus poder Un debate. Katz Editores. Buenos Aires. 2006.
Sitios web visitados:
://www.pazfroimovich.cl/site/index.php?sec=1